Una gran obra maestra en los dormitorios de antaño, el pie de cama han efectuado su regreso al interior de nuestro hogar.
Y nos seduce no solo su diseño, sino también su utilidad. Imagina un baúl o arcón en el que almacenes lo que necesites. O bien una banqueta descalzadora que te acompañe mientras te arreglas por las mañanas. Pero… ¿Cómo elegir entre esta y más alternativas? ¿Qué tipo de pie de cama será el más adecuado para ti? Quédate con nosotros en esta entrada y te revelaremos todos los secretos.
¿Para qué me sirve un pie de cama?
En la antigüedad, los pies de cama solían ser una pieza indispensable en el dormitorio. Podían encontrarse situados al final de la cama o delante de un tocador.
Hoy en día existen una gran variedad de diseños y formas que pueden utilizarse en las diferentes habitaciones. Puedes colocar una banqueta descalzadora en el recibidor, lo que te dará mayor comodidad a la hora de ponerte los zapatos. O aún mejor, desde un tranquilo rincón es posible que te sirva para sentarte mientras hablas por teléfono.
Ahora bien, si lo prefieres, también puedes devolver al pie de cama a sus orígenes en el dormitorio. Lo encuentras disponibles en diferentes modelos:
- La banqueta descalzadora: No cuenta con un espacio para el almacenamiento, sino que su función es la misma que un asiento. Disponible en diseños tapizados, elegantes y cómodos, un modelo bastante popular.
- El arcón tapizado: Este sí incluye un espacio en el cual puedes almacenar los objetos que quieras. Dependiendo del diseño, podrás utilizarlo también como asiento. Sin embargo, infórmate bien sobre esto último, no vaya a ser que dañes tu mueble.
- El baúl de madera: Una alternativa que representa un verdadero viaje en el tiempo. Guarda en él la ropa de cama, los cojines extra y todo aquel objeto pequeño que quieras mantener fuera de la vista. Todo quedará cubierto bajo su tapa de madera.
Un toque de elegancia en tu dormitorio
¡Anímate a dejar atrás el clásico modelo de banqueta e inclínate por la originalidad! Elige tu próximo pie de cama en función del color y de la estética del resto de los muebles en tu habitación. Puedes colocarlo junto a tu alfombra, ventana o donde prefieras.
Un diseño perfecto para almacenar todos tus libros, una manta extra o la bandeja del desayuno; así mantendrás tu mesita de noche despejada.
Te será también útil para la habitación de los niños, donde funciona como un espacio extra para el almacenamiento.
Sábanas, juguetes, material escolar o pinturas… ¡Las posibilidades son infinitas!
¿Cómo elegir un pie de cama?
Una bonita cómoda de madera, una lámpara de pie que ilumine el espacio justo, un cuadro decorativo para la pared… Sentirse a gusto en el dormitorio depende de los pequeños detalles y el pie de cama, sin duda, forma parte de ellos.
Elígelo tomando en cuenta los siguientes criterios y considera que algunos diseños no son aptos para todos los espacios.
El tamaño
Para este criterio, toma como referencia tres medidas:
- El ancho de la cama: Este mueble, como bien indica su nombre, se sitúa a los pies de la cama. Por esta razón, lo más recomendable es que tenga un ancho similar o idéntico al de tu cama. Esto creará entre ambos muebles una armonía perfecta. Encuentras banquetas o arcones de 140, 160 o 180 cm de largo. Estos últimos se adaptan perfectamente a las camas king size.
- El tamaño y grosor del colchón: De la misma manera, en pro de la armonía, el extremo del pie de cama debe coincidir con la parte superior del colchón y el borde de la cama.
- El espacio disponible entre el pie de cama y la pared: Asegúrate de que existe una distancia mínima de 1,20 metros para facilitar la circulación. Si el espacio entre ambos es reducido, lo mejor es optar por banquetas o baúles con poca profundidad. Con 30 cm debería ser más que suficiente. Reserva los arcones más grandes para dormitorios más espaciosos o llévatelo al salón.
El estilo
En lo que corresponde al estilo, todo depende de tus preferencias y de la estética que ya tengas en tu habitación. Elige un diseño original para que contraste con el resto de la decoración. O bien, opta por un pie de cama que se mezcle bien con tus otros muebles.
- ¿Una banqueta de forja? ¡Excelente idea! Encajará perfectamente con una decoración de estilo clásico o romántico.
- ¿Bancos de madera tapizados? Un estilo rústico complementado con tres cojines, el diseño que seguro satisface a tu vista. Perfecto para decoración de tipo exótico o colonial.
- ¿Una banqueta descalzadora tapizada? Los modelos tapizados están de moda hoy en día. Sus tonos claros y el acero cromado se adecúan especialmente bien a ambientes decorativos modernos.
- ¿Un baúl de terciopelo? De apariencia vintage o moderna, el patchwork definitivamente está de vuelta.
Todo depende de lo que desees, pues también encuentras pies de cama de cuero, lino o algodón. Notarás, además, que algunos diseños sustituyen la madera o el metal por una estructura de plástico.
La calidad
Está claro que para la elección cuidadosa de un mueble se debe tomar en cuenta su capacidad de resistencia al paso del tiempo. Comprueba la solidez del pie de cama para asegurarte de que su presencia te acompañará durante mucho tiempo.
Evalúa su estabilidad y controla que su ensamblaje sea adecuado. Presta también atención al acabado que tenga. En lo que respecta a pies de cama tapizados, considera que si te sientas sobre él y este mantiene su forma, la calidad del tapizado queda garantizada.
¿Cuál de todos estos pies de cama es el más adecuado para mí?
Si bien es cierto que los criterios anteriores pueden orientar tu elección, no necesariamente la hacen más fácil.
Ello se debe a que existe una gran cantidad de diseños que pueden inspirarte.
Una banqueta
La banqueta, como hemos visto, es la opción ideal para espacios pequeños. Estrecha y minimalista, organiza tu dormitorio y se integra armoniosamente en la decoración de tu dormitorio.
Utilízala todos los días para vestirte o terminar de arreglarte. Las prendas que dejes allí se camuflarán con facilidad.
Un puf
Clásico o de diseño, el puf es un elemento maravillosamente versátil. Además de ahorrar espacio, su forma redondeada ofrece una sensación de comodidad a tu habitación. Y, por supuesto, te proporciona un asiento adicional.
Elige un modelo acolchado para mayor comodidad o bien, opta por un puf que te sirva al mismo tiempo para almacenamiento.
Una mesita auxiliar
Las mesitas y muebles auxiliares que antes encontrabas principalmente en los salones, se han abierto campo en nuestros dormitorios.
Convertida en un pie de cama, la mesita auxiliar te ofrece un espacio extra de almacenamiento. Adquiérela de madera, acero o cristal, según el estilo que mejor combine con tu decoración.
Puedes, incluso, colocar una bonita lámpara sobre ella. Esto le brindará un foco de iluminación suave e indirecta al resto de tu habitación.
Un taburete
Aún más pequeño que la banqueta descalzadora, el taburete puede convertirse en el pie de cama que necesitas.
De madera natural o de piel, en él tendrás al alcance los objetos que ocupas diariamente. Y para una mejor distribución del espacio, no te conformes solamente con uno. Coloca dos o tres más aquí y allí, lo que te ayudará a equilibrar la armonía en tu habitación.
En esta misma categoría, un reposapiés puede resultar en una alternativa interesante para ti.
Una consola
¿Y por qué no designas una consola como tu nuevo pie de cama? Es un truco excelente para ahorrar espacio y que en un solo mueble se cumplan distintas funciones.
Elígela alta, por ejemplo, y agrégale una silla para añadir un escritorio a tu dormitorio. ¡Una idea perfecta para espacios reducidos!
Un arcón de madera
Arcones de estilo rústico o tapizados, no importa cuál elijas, sino que cuente con el espacio para guardar lo que necesites.
Hechos generalmente de madera, dan a tu habitación un aire hogareño y exótico. Los más resistentes pueden servir también como asientos.
Un sofá
Una última alternativa para los dormitorios de buen tamaño es tener como pie de cama un bonito sofá. Utilízalo como una pequeña zona para vestirte o sitúalo de manera que cumpla varias funciones simultáneas.
Una idea especialmente interesante para un loft o un estudio, por ejemplo. A través de un simple sofá establecerás la separación entre el área para dormir y el salón.
¿Qué costo puede tener un pie de cama?
Gastarás entre 50 y 70 euros si lo que buscas es un pie de cama de gama básica. En el caso de aquellos modelos de mayor calidad y con un acabado más cuidado, los precios ascenderán a números de tres cifras.
Por otro lado, los modelos de lujo o personalizados pueden llegar a costar alrededor de 1000 euros.
En ti está elegir el pie de cama que prefieras y se ajuste a tu presupuesto.