De madera, ratán, forja o inclusive producto del famoso “hágalo usted mismo”… El cabecero de cama, aquel antiguo símbolo de la aristocracia, se ha abierto paso en la modernidad. Su color y diseño se eligen a juego con el resto de muebles y el estilo de la habitación. Además, funciona como un elemento decorativo adicional, aislante u organizador y se adapta con facilidad a sus necesidades.
Si lo que te preguntas es cómo instalar el cabecero de cama, ¡no entres en pánico! Sigue los consejos en esta entrada y lo solucionarás fácilmente.
Un cabecero de cama, ¿para qué sirve?
Los cabeceros de cama son muebles cuya elección requiere de mucho cuidado. Se adaptan y se cambian con cierta frecuencia, lo cual formula la pregunta: qué los hace tan esenciales?
Pese a que en la tradición fueron apreciados meramente por su valor estético, eso ha cambiado. Los cabeceros cuentan en la actualidad con otras ventajas.
Cabecero de forja para camas : Modelo AFRICA-ROSA
Su posición intermedia entre su cabeza y la pared permite que el cabecero actúe como un aislante térmico, perfecto para conservar el calor. Además, previene el impacto directo con la pared, lo cual atenúa el dolor de posibles golpes por movimientos bruscos.
Combina tu cabecero con el somier, la ropa de cama o instala un cabecero de estilo nórdico. Este mueble ofrecerá un equilibrio perfecto a la decoración general de tu habitación.
Los diferentes modelos de cabeceros de cama
Adecuados a todo tipo de presupuestos y gustos, se pueden encontrar hoy en día muchos diseños de cabeceros:
- Cabecero tradicional: un modelo de arte clásico y el más común entre todos, hecho habitualmente de madera o de latón. Este diseño requiere de tiempo para una instalación segura, pues debe quedar fijado a la pared.
- Tapizados: compuesto por un trozo de tela adherido con grapas a una tabla de contrachapado. Toma las medidas adecuadas y ¡listo! Para instalar este cabecero de cama también es necesaria la fijación.
- Pegatinas: mucho más fáciles de aplicar y retirar. Esta es una opción decorativa, pero que no funciona como aislante.
- Cojines: suspende los cojines de tu elección con una clásica barra de cortinas. Una alternativa perfecta para los principiantes del “hágalo usted mismo”.
- Biombos: deslízalo detrás de tu cama y da a tu habitación un aspecto exótico y acogedor.
Cabecero de Cama Tapizado : Modelo ROMBO ESPERANZA
En cualquier caso, tu elección puede depender de dos tipos de criterio: la estética y el tamaño de tu somier o base de cama.
También debes considerar la altura. Lo normal es situar el cabecero en una posición 35 cm más alta que el colchón. Sin embargo, si lo prefieres, eres libre de optar por otras opciones más originales.
Por otro lado, considera que instalar algunos diseños de cabeceros de cama puedes ser más fácil. Este factor también puede influir en tu elección final.
Así que… ¿Cómo instalarás tu cabecero? ¿Con pernos, ganchos o simplemente lo colocarás entre los muebles del dormitorio?
Un cabecero de cama que se adhiere a mi somier
Este diseño se reconoce enseguida, dado que cuenta con una serie de agujeros en la parte trasera. A ellos se adhieren los anclajes.
Coloca el cabecero contra la base de la cama y alinea los agujeros del primero a los tornillos del segundo. En caso de que necesites ayuda para este paso, pídela.
Una vez hecho esto, desliza una arandela sobre el tornillo e insértala a través de los orificios. A continuación, enrosca una tuerca al tornillo y ajústala manualmente.
Cabecero Moderno con Tapizado : Modelo MURCIA
Repite el mismo procedimiento con los demás pernos a ambos lados del cabecero. Una vez que hayas verificado que el mueble esté centrado y recto, ajusta los tornillos con una llave o alicate.
¿Algunos tornillos sobresalen en la parte de atrás? Asegúrate de que no rocen contra la pared, pues podrían dañarla.
Para terminar, coloca la cama en el lugar que hayas elegido previamente para ella.
Un cabecero de cama fijado a la pared
En caso de que tu pared lo permita, puedes optar por dos opciones.
La primera consiste en un sistema de tacos de metal compuesto por dos piezas que se encajan entre sí. Una de ellas se fijará a la pared y la otra a la cabecera. Entre los beneficios de este sistema, destaca su capacidad para evitar que la humedad se acumule en la pared.
Por otro lado, una segunda opción son las placas de ganchos combinadas con soportes de riel. Los materiales son fáciles de conseguir en el mercado y funcionan de manera similar a la anterior opción.
En realidad, todo depende del modelo de cabecero que elijas; en algunos casos, un sistema se adecúa mejor que otro según el diseño del mueble.
Sea como sea, asegúrate de contar siempre a mano con un set de herramientas básicas.
Un cabecero de cama contra el suelo
Versátil para la instalación/desinstalación, un cabecero sin fijar puede ahorrarte mucho tiempo. Además, su diseño desmontable te permite limpiar con mayor facilidad.
Cabecero tapizado PARIS Marrón para colchón de 135cms
Es particularmente adecuado para instalaciones de 120 o 130 cm, específicamente adaptado a la altura de tu cama.
En caso de que quieras más seguridad, siempre puede optar por la opción de fijarlo todo.
Un cabecero de cama con velcro
Aún más rápido a la hora de desmontar, ¡el cabecero con velcro ni siquiera requiere de herramientas!
Simplemente coloca el velcro a cada lado del cabecero y presiona firmemente contra la pared.
¿Sencillo, verdad?
¿Cómo instalo un cabecero de cama en una pared de yeso?
Presta atención a los riesgos de daño, ¡aún quedan algunos consejos más para que hagas realidad la habitación de sus sueños!
Por lo general, lo más recomendable es utilizar el sistema de tacos que se instala a la pared. No obstante, en el caso de paredes de yeso, se deben evitar las perforaciones.
Utiliza tiras de velcro, adhesivos con doble cara o pegamento fuerte para grandes superficies. Evalúa cuál de estas es la mejor opción teniendo en consideración el peso y las dimensiones de tu mueble.
Cabeceros Industriales : Colección TEXAS Bajo
Una vez hayas terminado de instalar el cabecero de cama, devuelve a su lugar correspondiente la mesa de noche, el baúl o el pie de cama que hayas movido y… ¡relájate! Haz hecho un buen trabajo y te lo mereces.
